La Fundación Alimerka ha donado un vehículo a El Puente Salud Mental Valladolid que ha permitido acercar más el servicio de asistente personal al entorno rural, lo que ha significado un incremento de demandas en este último año, ejercicio que cierran con 9 solicitudes.
Ante la creciente demanda se vio la necesidad de aumentar el número de recursos para dar soporte al servicio, entre ellos, más vehículos que permitieran realizar intervenciones en zonas rurales con dificultades de acceso. “El asistente personal se desplaza hasta el pueblo y desarrolla la intervención tanto en el ámbito domiciliario de la persona como en el entorno comunitario”, explica Elisabet Juárez, educadora social.
El asistente personal es un profesional que da apoyo a la persona con algún tipo de discapacidad para desarrollar su proyecto de vida. “No hay unas funciones definidas, trabajamos en función del proyecto de vida de cada persona, desarrollando distintas actividades como acompañamientos a citas médicas, apoyo en compras ordinarias, gestiones, traslados… Todo aquello que promueve la autonomía personal”, explica Juárez.
La demanda de este servicio en el medio rural ha crecido mucho en los últimos meses y la previsión sigue siendo de aumento de casos. “La falta de servicios y recursos en las zonas con poca población hace que surjan numerosas necesidades que pueden ser cubiertas por el servicio de asistente personal que se caracteriza por su flexibilidad, cercanía y trabajo individualizado”, añade Juárez.
