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El Puente ha contado, prácticamente desde sus inicios, con la figura de la persona voluntaria, incluyéndose como agente transformador dentro de los servicios de la entidad.

Un programa que según explica, Susana Sixto, responsable del servicio, «consiste en promover la sensibilización y participación de la población en la erradicación del estigma sobre la salud mental, así como favorecer el desarrollo del proyecto vital personal y comunitario».
¿Cómo? Apostando por la inclusión de la persona voluntaria en los proyectos de la entidad. «El modelo y la intervención social está en continuo cambio, adaptándonos a nuevos modelos y líneas de actuación por la cual apuesta el Puente. Un ejemplo es la promoción de la vida independiente de la persona, aumentar el desarrollo personal y visibilizar la inclusión plena en la comunidad», añade Sixto.
Para colaborar en este programa se valora la formación previa, aunque no hay ninguna exigencia formal sobre ningún perfil profesional, lo más importante, explica Sixto, «es la actitud hacia las acciones que se vayan a desarrollar». Y en este sentido, el campo es amplísimo: «Como principales ejes de colaboración a través del voluntariado destacamos la promoción de la actividad física en medio abierto, los proyectos de expresión artística y cultural, acciones de ocio saludable y participación en la comunidad con proyectos de radio, cocina creativa o diseño gráfico…».
El Puente cuenta en la actualidad con más de 30 personas voluntarias que particpian de manera activa en uno o varios proyectos que la entidad desarrolla. Personas comprometidas con la salud mental, entusiastas y con motivación por derribar mitos y barreras, que se convierten en pequeños embajadores de la salud mental. «No sólo participan en el desarrollo del proyecto asociativo sino que cumplen con la misión de la entidad, mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental así como la de sus familias»,  comenta Sixto.
Desde la entidad se marcan como objetivos a corto medio plazo «formar a las personas voluntarias en materia de salud mental para que puedan sensibilizar a la población como agentes contra el estigma», explica Sixto. Otro objetivo es el de prestar apoyo y asesoramiento a las personas voluntarias que entren a formar parte de la entidad. Por último, se pretende «dar cauces para que las personas voluntarias permitan dar respuesta a sus inquietudes y motivaciones», concluye Sixto.

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