Con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores, que se celebra el próximo lunes 1 de mayo, SALUD MENTAL ESPAÑA lanzará una nueva edición de la campaña #EmplearSinBarreras, en esta ocasión para visibilizar el estado de preocupación de la población en España, como consecuencia de los aspectos económicos y laborales y la falta de inclusión de las personas con problemas de salud mental.
Si bien cada vez se habla con más naturalidad sobre salud mental, todavía un 11% de las personas diagnosticadas dice no haber contado su diagnóstico a nadie. Tal y como se pone de manifiesto en el estudio “La situación de la salud mental en España”, publicado recientemente por la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA y la Fundación Mutua Madrileña, las personas con trastorno mental evitan revelar su problema en una entrevista de trabajo y solo un 12,9% de las que tienen un diagnóstico lo comparte con sus compañeros y compañeras de trabajo. El miedo a generar desconfianza y a ser etiquetadas explica el silencio de quienes no lo cuentan. Más de la mitad de las personas diagnosticadas ha sufrido rechazo social (58,5%) o discriminación (55%), siendo el trabajo el lugar más habitual, señalado en alrededor de 1 de cada 3 casos de discriminación.
Bajo el hashtag #EmplearSinBarreras, la Confederación difunde dos vídeos de sensibilización, gracias a la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Para las personas con problemas de salud mental, la discriminación en el empleo continúa siendo una de las principales barreras para su recuperación e inclusión en la sociedad, ya que ocho de cada diez no tienen un trabajo. El informe «El empleo de las personas con discapacidad (EPD)» correspondiente al año 2021, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que tan solo el 17,7% de las personas con discapacidad psicosocial tiene un empleo. Esta cifra es tan solo seis décimas mayor que la del año anterior, 2020, que se situó en el 17,1%, manteniendo la discapacidad psicosocial como la segunda con menor tasa de empleo en 2021.
El presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA señala que “hoy en día, tener un problema de salud mental sigue siendo una desventaja a la hora de encontrar trabajo y mantenerlo de forma digna, sin poner en jaque tu recuperación”. Por ello, reclama “que las políticas públicas tengan en cuenta la situación de desigualdad que viven las personas que tienen un problema de salud mental en el acceso al empleo, la formación, la promoción, la conciliación, etc.”,y pide mayor implicación por parte de las empresas, las Administraciones públicas y de la sociedad en su conjunto”. De igual modo, González Zapico manifiesta que “las personas con trastorno mental son igual de válidas para el trabajo que cualquier otra, mientras que las cifras de desempleo reflejan las carencias existentes no solo en materia de empleo sino de atención multidisciplinar a la salud mental y apoyos a la recuperación”.
Asimismo, las personas con una incapacidad laboral tienen más probabilidad de tener problemas de salud mental y más probabilidad de ir al/la psicólogo/a, al/la psiquiatra y de consumir psicofármacos.
En cuanto a las principales preocupaciones de la población en España, un 47,5% manifiesta mucha o bastante preocupación por no poder hacer frente al pago de sus facturas (53,4% de mujeres frente al 41% de los hombres), mientras que la cifra se sitúa en el 39% cuando se refiere al pago del alquiler o la hipoteca (43,9% de mujeres frente al 33,5% de los hombres), según los datos del estudio.
“Cada vez hay más evidencias científicas que muestran el impacto que tienen la falta o precariedad en el empleo y la inseguridad por poder llegar a final de mes en nuestra salud mental”, denuncia Nel González Zapico, presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA. “Es difícil mantener el bienestar emocional cuando no tienes certeza de que el futuro sea posible, cuando tu proyecto vital se trunca o cuando tu presente resulta agotador”, añade González. “Las personas jóvenes se ven afectadas particularmente afectadas por la falta de vivienda, de horizontes, por las dificultades económicas y la preocupación por el cambio climático. Los bajos salarios, las extenuantes jornadas y ritmos de trabajo, la inseguridad laboral, las dificultades para conciliar, las violencias, etc., unidas a la incertidumbre económica global y las desigualdades, tienen mucho que ver con el malestar en la población que constata este estudio”.
De aquellas personas que trabajan, un 45,9% se siente muy o bastante preocupado por perder su empleo. El estudio revela que para la mayoría de las personas la estabilidad laboral (85,5%) y poder llegar sin problemas a fin de mes (85,9%) son factores importantes para el bienestar emocional, inquietudes que se tornan de especial relevancia en el contexto actual de incertidumbre acerca de la evolución de la situación económica. González Zapico señala además que “la precariedad en todas sus formas genera riesgos psicosociales que afectan de forma desigual a la población. Las trabajadoras informales, las mujeres, la población joven, las migrantes y los colectivos como las personas con discapacidad, las trans, las autónomas o las trabajadoras culturales son más vulnerables a que su salud mental se vea afectada por la precaria situación que asumen de manera generalizada”.
Las mujeres manifiestan una menor satisfacción con su vida laboral (49,9% están satisfechas frente al 62,5% de los hombres) y su situación económica (44,8% frente al 54,2% de los hombres). De acuerdo con los resultados de la encuesta, las personas de clase baja y media-baja se muestran menos satisfechas con su situación económica (63,9%) y con su vida laboral (59,7%), y manifiestan mayor preocupación por no poder pagar sus facturas (56,6%).
A la vista de la situación, SALUD MENTAL ESPAÑA apuesta por todo tipo de recursos y medidas que faciliten la inserción laboral de las personas con discapacidad psicosocial, como la formación laboral, la garantía de un sistema de apoyos y adaptaciones, los Centros Especiales de Empleo o el cumplimiento de las cuotas de reserva de empleo para las personas con discapacidad, tanto en la Administración pública como en el sector privado. No obstante, la Confederación aboga también por que se impulsen con mayor fuerza políticas que favorezcan la transición desde el empleo protegido al empleo ordinario, haciendo valer el derecho al trabajo de las personas con discapacidad psicosocial.
Además, considera que la salud mental de las personas trabajadoras se protege con medidas encaminadas a desprecarizar el mercado laboral, con medidas para la promoción de la salud y de riesgos laborales y, por supuesto, con un sistema sociosanitario público y de calidad respaldado por los recursos económicos, humanos y materiales adecuados.
El compromiso de SALUD MENTAL ESPAÑA con el empleo
Entre sus principales líneas de trabajo, la Confederación desarrolla programas y campañas relacionadas con la mejora de la empleabilidad y la sensibilización, desde la visión de que el empleo es un derecho y un elemento clave para la autonomía y recuperación de las personas con problemas de salud mental y sus familias.
Entre ellas se encuentra la campaña Trabajar sin máscaras, emplear sin barreras, cuyo fin es concienciar a las empresas, de la importancia del cuidado y promoción del bienestar emocional en el ámbito laboral, así como de la necesidad de eliminar el estigma y cambiar el paradigma tradicional de contratación, por uno que incluya a las personas con un problema de salud mental. Dentro de esta campaña, en 2022 se realizaron varias iniciativas, como la representación de la obra de teatro ‘Click’ sobre la discriminación y el acoso laboral que reciben las personas con problemas de salud mental en varios territorios y la realización de un espectáculo gratuito de magia sobre salud mental en el trabajo en el Parque Empresarial LaFinca, en Madrid, abierto a trabajadores y trabajadoras. Algunas de estas acciones estuvieron financiadas por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
El pasado año, la Confederación también publicó la Guía “La importancia de la salud mental para el bienestar laboral”, para el cuidado de la salud mental en entornos laborales y la prevención de los riesgos psicosociales y desarrolló un curso y cinco talleres formativos para el empleo, en los que participaron 53 personas. Además, la Confederación está impulsando el proyecto ‘Hub Genera. Faenando futuro’, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y cuyo objetivo es crear o revitalizar la creación colectiva de empleo y autoempleo de mujeres rurales con discapacidad psicosocial a través de una forma de trabajar proactiva, interconectada e integral.