Deporte y salud mental fue uno de los bloques que centró la I Gala de la Salud Mental en Valladolid, acto que tuvo lugar el pasado miércoles en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz.
En Valladolid, el rugby se ha ganado en los últimos años un hueco con total merecimiento. No sólo por las victorias de los dos clubes, que han convertido a la ciudad en la absoluta protagonista de las competiciones españolas en las dos últimas décadas, sino también por los valores que transmite este deporte. Valores que tienen mucho que ver con lo que se quiere transmitir desde El Puente, ya que hablan de honor, orgullo, lealtad, compañerismo, respeto al rival…
Alberto Blanco es un jugador vallisoletano, internacional con la selección española y todo un referente en el Quesos Entrepinares desde su puesto en la primera línea. En un maldito 28 de diciembre, jugando en Lisboa la Copa Ibérica ante el Direito, Alberto Blanco sufrió una gravísima lesión que le tuvo durante muchos meses teniendo que caminar con muletas. Después de varias operaciones y la amenaza de no volver a poder jugar, el sacrificio y la constancia le llevaron a recuperarse totalmente, jugar con la selección española y ser el mejor jugador de la liga en su puesto. Por eso, en el desarrollo de la gala quisimos reconocer su trayectoria. Paqui Gago, responsable del rugby solidario y Alberto Domínguez, directivo del VRAC acompañaron a Alberto Blanco a la gala.
Blanco destacó que «luchar por algo que quieres es lo que te permite alcanzar tu meta. Hay que ser perseverante», añadió durante una gala que también quiso reconocer al Club de Ruby El Salvador, con Juana López, jugadora del Autocansa, el conjunto femenino del club blanquinegro. A Juana el contacto con el oval le cambió significativamente su vida. Llegó a este mundo de manera casual y entrar a formar parte del equipo supuso un antes y un después en su vida. «Me ha ayudado a integrarme más, tener más relaciones sociales, ser más abierta…», apostilló López que acudió al evento con José Miguel Prieto Recio, directivo del club.
Dos historias de superación personal que ponen de manifesto que el rugby es un deporte de valores, muchos de los que comparte con la salud mental.
