La ‘nueva normalidad’ nos está afectando a todos. Nuevos hábitos, cambios de vida, rutinas, disciplinas… aspectos que han venido para quedarse al menos por el momento, hasta que no llegue la ansiada vacuna contra el COVID-19. David Martín es un usuario de El Puente Salud Mental que ejemplifica ese cambio de escenario. “Intento hacer vida normal, cumpliendo todas las medidas de higiene y seguridad, pero actuando con normalidad. Dentro de las limitaciones que todos tenemos impuestas, intentamos hacerlo lo más normal posible”.
Es inevitable que la incertidumbre se adueñe del futuro, con los rebrotes en todos los puntos de España como principal enemigo. “Lo que más incertidumbre me genera es un nuevo confinamiento. Y las noticias no son muy esperanzadoras…”, señala este usuario de El Puente Salud Mental Valladolid.
La ‘nueva normalidad’ está siendo diferente a la añorada vieja normalidad, pero echar la vista atrás a los meses de primavera en este irreal 2020 nos enseña que hubo épocas aún más difíciles de llevar, pero El Puente siempre estuvo allí prestando su ayuda y su acompañamiento: “El confinamiento lo llevé con cierta resignación. Intentaba hacer ejercicio y, sin duda, lo que más me ayudó fueron las actividades telemáticas que desarrolló la entidad. En especial, las tertulias me motivaron. No sólo por lo bien que me vinieron los temas que se trataban, higiene y salud, deporte y vida saludable, el propio COVID-19… , sino por el contacto social, las relaciones sociales no sólo con los propios profesionales de la entidad, psicólogos, educadores sociales… que siempre estaban ayudando, sino los compañeros. Antes del confinamiento desarrollaba actividades de artesanía en la entidad y también otras como deporte y senderismo. De repente, verte confinado resulta muy duro. Por eso seguir con ciertas actividades y en contacto con ellos me vino fenomenal”, apunta David.